Lomas y la familia Rosas:
El 7 de julio de 1800, el Teniente de Infantería Don León Ortíz de Rosas, encargado en ese momento de las Caballadas del Rey y por ende Comandante de la Estancia, manifiesta la necesidad de mantener como puesto de caballos para el servicio diario de la ciudad de Buenos Aires, las tierras puestas en subasta pública. Alegando la necesidad de aprovechar la Estancia de Zamora, Ortíz de Rosas encuentra eco en las autoridades y las tierras son adquiridas por la Real Hacienda, convirtiéndose en la "Estanzuela del Rey". Ortíz de Rosas tuvo varios hijos, uno de ellos sería el Restaurador Juan Manuel de Rosas.
Las invasiones y las Lomas:
La ciudad de Buenos Aires y una extendida área de la campaña - incluidas las "Lomas de Zamora"- fueron sometidas a las invasiones protagonizadas por los ingleses en los años 1806 y 1807. Durante la segunda de estas invasiones, las fuerzas del general Whitelocke eligieron como paso para dirigirse al riachuelo las Lomas de Zamora, muy probablemente el camino que luego se transformó en la Avenida Pasco y acamparon en la antigua quinta de Correas ubicada a dos kilómetros al este de la actual estación de Banfield; después tomaron una ruta que llevaba al Paso de Zamora, hoy Puente de La Noria y cruzaron el Río Matanza. Muchos de los que rechazaron al invasor fueron hombres de las Lomas de Zamora, convocados a la lucha por Don Tomás Grigera. También Rafael Portela, José Adrogué y Anacleto de las Cagijas forman parte de la nómina de defensores de Buenos Aires ante la pretensión imperialista inglesa.
Dorrego, Rosas, Lavalle, Rodríguez y las Lomas:
Dos hechos de profunda significación histórica están unidos al pasado lomense ya que sus protagonistas pisaron estas tierras y a ellas han quedado ligados su nombre y su memoria.
El coronel Dorrego, que ocupaba el gobierno como delegado del general Soler en 1820, se dirigió a la campaña en busca de apoyo para sofocar la rebelión del general Pagola que se había apoderado de la Fortaleza. En las Lomas de Zamora se reunió con el general Martín Rodríguez, comandante general de la Campaña y con don Juan Manuel de Rosas, acampado con su contingente de gauchos en las Lomas. Ambos se pusieron a su disposición y lograron sofocar la rebelión de Pagola, devolviendo a Dorrego el poder en medio de una tormenta que presagiaba episodios más violentos.
En 1826, con el fin de realizar un relevamiento topográfico de la provincia y afianzar la frontera contra los indígenas, el ingeniero Felipe Senillosa, junto con Juan Lavalle y Juan Manuel de Rosas, atravesaron el territorio lomense el 16 de enero y cruzaron el riachuelo por el Paso de La Noria. Este paso por Lomas, a su regreso a Buenos Aires, quedó testimoniado en el diario de Senillosa.
Bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz:
De las reuniones realizadas por los principales representantes de la población lomense surgió la iniciativa de consagrar el futuro templo de las "lomas" a Nuestra Señora de la Paz, en respuesta al sentimiento y anhelo de concordia nacional, quebrantada por los trágicos enfrentamientos del Estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina. Don Esteban Adrogué, gestor de la iniciativa, fue quien instó a la señora Juana Zorrilla de Grigera a llevar adelante su deseo de donación de la sagrada imagen, realizada por artesanos de Barcelona; imagen que hoy continúan venerando los lomenses.
Los cementerios:
El Cementerio de Lomas de Zamora fue habilitado, en el mismo lugar que ocupa actualmente, el 5 de junio de 1867. El Cementerio Israelita data del 28 de diciembre de 1913 y el Cementerio Disidente, de la Sociedad Británica de Lomas de Zamora, ubicado a corta distancia del Instituto Fitotécnico Santa Catalina, se remonta al 7 de octubre de 1897.
Los primeros negocios:
Uno de los primeros negocios que existieron en las Lomas de Zamora, fue el de Marcelino Galíndez, que estaba ubicado en el Camino Real ( Av. Hipólito Yrigoyen) en las proximidades de lo que hoy es Remedios de Escalada. El 17 de mayo de 1803 habilitó un almacén de ramos generales, luego instaló un matadero y finalmente una pulpería. En 1813, Antonio Luciano Ballester, en el Camino Real y la actual calle Las Heras, instaló una panadería.
La calle Meeks y el empedrado:
El 18 de febrero de 1886 los señores Areco, Dodds y Francisco Meeks donaron una franja de terreno junto a las vías ferroviarias para dar lugar a una calle que sirva de conexión entre Lomas y Temperley. Se trata de la actual calle Meeks. Este vecino tenía una chacra que hoy podemos determinar por las calles Loria, vías del ferrocarril, Garibaldi e Hipólito Yrigoyen. En 1886, se realizó el primer empedrado y fue precisamente el de la calle Meeks; en 1888 se licitan los primeros pavimentos para las calles Laprida, desde la estación a Manuel Castro (Maza); Hipólito Yrigoyen desde Laprida a Portela (Bulnes), por ésta hasta Manuel Castro, y Boedo desde H. Yrigoyen hasta Manuel Castro. La Empresa Ventafridda fue la adjudicataria de las obras
Lomas, lugar de descanso:
La inauguración del Ferrocarril del Sud trajo consigo el veloz crecimiento de Lomas y la multiplicación de casas quintas y chacras. Muchas familias porteñas llegaban a estas tierras para pasar los fines de semana o las vacaciones. Había varios hoteles y casi todas las residencias brindaban sus comodidades para los veraneantes. La empresa Ferrocarril del Sud llegó a editar un libro en inglés que se distribuyó en Londres, donde se hacían conocer las bellezas de la zona y se promocionaba el turismo en Lomas de Zamora.
La presencia de los extranjeros:
Las comunidades extranjeras en Lomas de Zamora se nuclean en distintas entidades. Algunas de ellas y su fecha de fundación son las siguientes: Comunidad Israelita Dr. Teodoro Herz, 26 de agosto de 1910; Sociedad Siria de Beneficencia, 1 de setiembre de 1938; Sociedad Italiana Unión y Estrella, Lomas, 9 de julio de 1882; Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Estrella de Sud, Banfield, 15 de febrero de 1890; Logia Giuseppe Mazzani, Lomas, 5 de agosto de 1892; Sociedad Italiana Nueva Roma, Temperley, 7 de febrero de 1891; Sociedad Española de Socorros Mutuos, Lomas, 1 de diciembre de 1895.
Lomas y la literatura:
En la casona de Medrano 440 (desaparecida), Banfield, propiedad de un francés de apellido Moiselle, inmueble conocido como "La Margarita", vivió el escritor Florencio Sánchez, fallecido en Milán, Italia, el 7 de noviembre de 1910. El 5 de marzo de 1919 falleció en Banfield, donde residía, el conocido poeta colombiano Claudio de Alas. En su memoria, una calle del Cuartel 9º de Lomas de Zamora lleva su nombre. En esta ciudad vivieron también otras personas notables como Roberto Payró y Nicolás Avellaneda.
Dos antiguas ordenanzas:
El 20 de marzo de 1888 se prohibe la instalación de colmenares en el radio de una legua desde la Plaza Grigera y el 12 de marzo de 1897 queda prohibido conducir más de dos vacas lecheras por las calles del pueblo, debiendo ir el conductor de a pie y llevarlas acollaradas.
La historia aeronáutica en Lomas:
La historia aeronáutica ha registrado muchos vuelos de los aerostatos que han incluido las tierras de Lomas como uno de los puntos de unión. Uno de ellos fue el de A. Amoretti en su globo "Huracán" que unió Belgrano con Lomas el 12 de mayo de 1910; el de Jorge Newbery que voló entre Belgrano y Banfield en el globo "Buenos Aires", el 31 de julio de 1910; el de E. Mazzoleni, en el globo "Huracán" el 30 de diciembre de 1910 que hizo vuelo entre Banfield y Temperley y el de este mismo del 2 de abril de 1911, que desde la cancha de Banfield se elevó con el "Huracán" para descender en Florencio Varela.
En 1912, cuando nacía la Aeronáutica Militar y por suscripción pública se reunía dinero para adquirir las primeras máquinas, el Jockey Club de Lomas adquirió uno de los doce aviones que componían la dotación de la Escuela Militar de Aviación ubicada en El Palomar.
En 1920, el italiano Virgilio Mira con su monoplano "Golondrina" construido por él mismo, había establecido un servicio de taxi aéreo entre Lomas de Zamora y Villa Lugano.