Las facilidades que otorgaba la política inmigratoria iniciada por el gobierno en 1821 y 1822, posibilitó la introducción de familias de colonos extranjeros. En 1824, el ciudadano escocés Guillermo Parish Robertson propuso al gobernador Martín Rodríguez la formación de una colonia compuesta por "súbditos británicos", que recibirían tierras en forma perpetua. El Ministro Rivadavia aprueba la solicitud, que incluía dinero para los colonos, equipos para la realización de los trabajos, libertad de culto (lo que significaba el libre ejercicio del protestantismo), formación de un magisterio y permiso para armamento militar. Así, el 8 de agosto de 1825, arriban a Buenos Aires 250 escoceses.
En razón de que la ayuda del gobierno no se concreta como fuera convenido, los hermanos Robertson adquieren tres chacras que lindaban con una de sus propiedades en las lomas para crear la colonia. Ésta, con un total de 6.500 hectáreas de diferente utilidad, prosperó notablemente a través de actividades ganaderas, cultivo de frutales y cereales, desempeñadas no sólo por inmigrantes extranjeros sino también por un importante número de nativos.
La decadencia de la colonia no tardaría en insinuarse a raíz de la carencia de ayuda del Estado, conflictos internos y una crisis económica que castigaba a la provincia, motivos por los cuales se produjo la dispersión de los colonos.
Casi medio siglo después se creó la Escuela Práctica de Agricultura de Santa Catalina, predecesora del Instituto Fitotécnico de la Universidad de La Plata, que funciona hoy en el mismo lugar. El actual distrito de Esteban Echeverría - perteneciente hasta 1913 a Lomas de Zamora - y en especial la actual localidad de Monte Grande, ocupa tierras que formaron parte en su casi totalidad de la colonia. La primitiva chacra de Santa Catalina y el paraje en que se hallaba el casco principal de la colonia, siguen dentro del perímetro del Partido de Lomas de Zamora.